Reflexologia en embarazo y parto, por Sarah Brown


La Asociación de Reflexólogos (AoR) de Reino Unido ha permitido amablemente que “Huellas” publique el artículo de Sarah Brown, aparecido en Septiembre 2001 en la revista de dicha asociación, “Reflexions”. 


Traducido por María A. Crevillén 

REFLEXOLOGÍA EN EMBARAZO Y PARTO
EL BEBÉ DE SHARON

Estudio de un Caso por Sarah Brown, MAR 

Conocí a Sharon por primera vez en 1997 cuando vino a que le diera un masaje, y le gustó tanto que también envió a su madre. Esto no era muy corriente ya que Nancy ¡vive en Nueva York! En marzo del 2000 obtuve el título de reflexóloga, y Sharon sabía todo sobre el curso y cómo me había ido.

En abril del 2000, Sharon vino a darse un masaje y me contó que estaba embarazada de su segundo hijo, decidió tomar cita para tratamientos reflexológicos prenatales. Esperaba el bebe para mitad de noviembre.


Primer Tratamiento – 4 meses de embarazo, junio 2000


Este era el segundo embarazo de Sharon, ya tenía un niño muy sano de 4 años que había nacido con una cesárea de emergencia tras un largo y duro parto donde el bebe venía de nalgas. Todo el embarazo había sido muy agotador y Sharon recordaba haber sentido mucha ansiedad. 

Objetivo del tratamiento reflexoterapeútico:
  • Aliviar las nauseas
  • Aliviar el cansancio y ayudar con el sueño
  • Ayudar a aliviar el estreñimiento 
Cualquier persona que haya estado embarazada o haya cuidado a una embarazada sabe que estas son molestias comunes que pueden hacer que la mujer embarazada se sienta fatal. Una no consigue muchas simpatías, ya que el embarazo no es una enfermedad y abundan las imágenes de supermujeres que alcanzan grandes cosas. La mayoría de nosotras continúa con su trabajo y el cuidado de los niños sonriendo y poniendo buena cara, ¡y es un verdadero premio si además nos ponemos radiantes! Estaba segura que la reflexología podía ayudar ya que es tan efectiva regulando el cuerpo, y por supuesto ayudaría a Sharon a relajarse.


Los pies durante la primera visita:

Los pies de Sharon estaban muy bien cuidados, flexibles y sanos.

Reflejos que parecían alterados:
  • Boca
  • Cuello, una herida antigua
  • Hombros
  • Pulmón
  • Estómago – la energía estaba aquí muy baja
  • Colón transverso
  • Riñón en pie derecho y vejiga urinaria en ambos pies

Le di un tratamiento completo, con mayor énfasis en el relajamiento de Sharon. Se sentía muy cansada ya que su trabajo en la enseñanza era agotador y tenía un hijo muy activo. Las náuseas y los vómitos la estaban agotando. Yo era consciente de tener en cuenta los reflejos del aparato reproductor y no sobre-estimularlos.

Sharon disfrutó mucho el tratamiento y estaba sorprendida de lo relajada que se sentía. Dijo que se sentía como si hubiera estado en una ¡excursión guiada! Tomó una nueva cita para el mes siguiente.

Segundo tratamiento – 22 semanas de embarazo


Reacciones tras el último tratamiento: Sharon estaba muy contenta que su estreñimiento se aliviara en menos de una semana, y nunca volvió a padecerlo durante el resto del embarazo. Ambas estábamos seguras que la reflexología la había ayudado.

Hoy Sharon se sentía mal y con dolores de cabeza. Además, estaba totalmente agotada ya que su hijo había tenido varicela. También tenía rampas por las noches. Hablamos de dieta y líquidos, Sharon estaba intentando hacer todo lo que podía, pero sabía que tenía que tomar más líquidos.

Para ayudar al sistema endocrino recomendé a Sharon que descansara tanto como pudiera. Al final del tratamiento me pidió que le diera reflexoterapia durante el parto. Le dije que sí rápidamente, y que investigaría sobre el tema durante el verano. La próxima cita la fijamos para septiembre, después de las vacaciones. Su dolor de cabeza había mejorado bastante.


Tercer tratamiento – 29 semanas de embarazo


Por suerte, nuestro grupo local de reflexología dedicó toda una tarde a la reflexología en embarazo y parto. Vinieron dos personas magníficas, una matrona y una reflexóloga, para hablarnos sobre sus experiencias con mujeres. Fue una tarde fascinante y ambas me animaron mucho. Las dos recomendaron un libro de Susanne Enzer, una comadrona australiana que además es reflexóloga, detalles del libro al final. El libro me fue muy útil y merece la pena leerlo si se está interesado en el tema. 

Sharon vino a la tercera sesión, se encontraba muchísimo mejor de las náuseas y angustias, aunque ahora sufría de indigestión y agotamiento.

Presté mayor atención al hígado y al sistema digestivo en general, el colon parecía seco. Asombrosamente, ambos reflejos del útero aparecían hinchados y así permanecieron durante el resto del embarazo - ¿era esto el bebe? Yo sentía que así era, y desde ese momento siempre sentí que éramos tres en la sala de masajes. Sharon me dijo que se sentía mucho más relajada en este embarazo, a pesar de estar tan cansada.

Tratamientos 4, 5 y 6 – 33, 38 y 39 semanas de embarazo


El embarazo de Sharon seguía adelante sin problemas. Las últimas semanas en el trabajo le estaban resultando difíciles, pero se había encontrado rodeada de amables compañeros que la ayudaban en todo. Dejó de trabajar a las 35 semanas de embarazo – ya no le quedaba mucho tiempo. Sharon dijo que el bebe no se retrasaría y que cumplía al día siguiente de Acción de Gracias.

Los síntomas de Sharon estaban muy relacionados con su poco apetito debido a que el bebe iba ocupando más espacio en el abdomen; esto también le estaba produciendo dificultades respiratorias. Por lo tanto, trabajé los reflejos apropiados. Todo esto se reflejaba particularmente en el pie izquierdo, donde había mucha más piel endurecida y reseca sobre el reflejo del pulmón. Sharon también sentía dolor abdominal interno, la matrona le había asegurado que todo iba bien y que esto se debía a que el feto presionaba los nervios. El pie izquierdo de Sharon aparecía de forma muy significativa más caliente en cada visita. No estaba segura del porqué pero lo atribuí a ¡las hormonas! Acordamos que viniera cada semana hasta que el bebe naciera.


En la sexta visita, cuando Sharon iba de 39 semanas, todo iba bien, el bebe estaba ahora encajado, eran buenas noticias, significa que la cabeza había bajado hasta la pelvis de la madre. Sharon tenía mejor apetito ya que había más espacio en su estómago, el parto ya no podía estar muy lejano. Había comenzado ahora a practicar mucho un tipo de contracción que se conoce como Contracciones de Braxton Hicks. Esto significa que ¡el útero se está preparando para el trabajo que le viene encima! 

Yo me encontraba ahora a la espera, habíamos acordado que si era posible iría y daría a Sharon un tratamiento completo antes del parto, antes de ingresar en el hospital. 

Tratamiento 7 – 39,5 semanas de embarazo


Dos días antes de nuestra cierta acordada, Sharon me llamó por teléfono para decirme que había tenido un “show” esa mañana y había tenido fuertes Braxton Hicks todo el fin de semana. Me ofrecí ir a su casa y darle un masaje para relajarla (¡y relajarme!), y proporcionar a su cuerpo el mejor comienzo para el parto.

Para mí fue una visita muy agradable, nos sentamos en la cama de Sharon con sus dos gatos y le di un tratamiento muy suave. Ella estaba feliz y emocionada, había estado limpiando la casa como una loca, ambas nos reímos porque obviamente estaba experimentando ¡el instinto de hacer el nido! Con respecto a la visita anterior, sus pies aparecían bastante diferentes; los dos talones estaban muy húmedos, esta vez estaba segura que era hormonal ya que el parto estaba ya cerca. Cuando terminé, Sharon me dijo que mientras le trabajaba su pie izquierdo comenzó a tener fuertes contracciones de forma regular. 

Se encontraba muy relajada y decidió quedarse en la cama el resto de la tarde. Acordamos una cita a los dos días, si no nos veíamos antes.


Parto y nacimiento


36 horas más tarde recibí una llamada de Sharon, “he roto aguas y estoy teniendo fuertes contracciones”. Eran las 2 de la mañana y el único compromiso que yo tenía ese día era ver a Sharon, ¡este bebe lo había calculado muy bien!

Mientras conducía por calles desiertas hacia el hospital me sentía muy emocionada, y me di cuenta que yo no estaba sólo allí por estos padres, sino que ¡estaba representando a la Reflexólogos de todos los lugares! No necesitaba haberme preocupado ya que la bienvenida que recibí de todo el personal, comadronas, médicos y auxiliares fue tremenda. Todo el mundo estaba fascinado y era tremendamente alentador.

A las 2.30 de la mañana entré en la sala de partos para encontrar a una feliz Sharon y a un bastante tenso marido Peter. Las matronas que estaban con Sharon eran Nicky, estudiante, y Louise, tutora. ¡Este era el equipo! Las comadronas se desvivieron para que Sharon y Peter se sintieran cómodos e informados y que tanto a ellos como a mi no nos faltara te, agua, etc. 

Sharon y yo decidimos que le daría un masaje completo en la cama mientras que estaba siendo monitorizada.

Objetivo del tratamiento durante el parto

  • Relajar a Sharon
  • Darle ánimos
  • Ayudar a los sistemas endocrino y reproductor
  • Ayudar al cuerpo en el nacimiento
  • Aliviar el dolor estimulando la secreción de endorfinas naturales
  • Estimular el aumento de la energía natural
Conseguí dar el masaje completo, parando cuando Sharon tenía contracciones y sólo trabajando entonces el plexo solar. Decía que esto la ayudaba mucho, ya que le daba un punto donde concentrarse, y creo que le ayudaba a mantenerse centrada.

Las dos horas siguientes pasaron conmigo masajeando los pies de Sharon durante las contracciones y Peter realizando un auténtico trabajo con ¡la toalla, el te, los caramelos y decidiendo el tipo de música! Mi propósito era principalmente completar todo el trabajo que había hecho inicialmente y estimular al útero a trabajar eficazmente para empujar al feto, como prevée la naturaleza. Como Sharon ya había tenido una cesárea, estaba el peligro que el útero no se contrajese fácilmente al haber una cicatriz en su pared. Las comadronas mantenían un control regular para asegurarse que todo iba bien y que no había peligro de que la pared uterina se rompiese. 

Sharon se mantuvo activa durante esta parte del parto; esto era muy bueno ya que la gravedad naturalmente ayudaría al descenso del feto. Encontré que incluso así todavía podía trabajar sus pies al sentarme en el suelo y trabajarle los pies desde el dorso y los lados. Debo admitir que ojalá hubiera hecho el curso de Reflexología Vertical de Lynn Booth, ¡quizás algo para el año que viene! (Desde entonces he realizado este seminario y lo recomiendo encarecidamente) Las comadronas nos habían suministrado amablemente esterillas y cojines, así que no me importaba ¡arrastrarme por el suelo! Además, estoy bastante flexible gracias a mis clases de yoga, ¡los terapeutas deben recordar también cuidarse a si mismos!


Pre-parto


A las 5.30 de la mañana tocaba examen por la comadrona, así que fue un buen momento para que me comiera un plátano. Le dijeron que había dilatado casi la mitad. Fue en este momento cuando Sharon se sintió totalmente abatida y podría haber perdido el control, sin embargo, pareció que realmente estaba calmaba y encontraba más reservas de energía tras darle más masajes. Realmente me concentré en trabajarle reflejos que la relajarían y en el punto de aguante que está entre los dedos 2º y 3º en la parte dorsal del pie – ver el libro de Susanne Enzer. También le trabajé el diafragma para ayudarla a controlar la respiración y las emociones.

Las comadronas sugirieron que Sharon se diera un baño para ayudarle con las dolorosas contracciones y el dolor de espalda. Habían visto que el feto estaba en una posición posterior, lo que significa que la espalda del feto queda hacia la columna de la madre. Esto hace que el parto sea lento y doloroso para la espalda. Nos dimos cuenta que era mejor para mi sentarme en la bañera y darle un masaje extra en los pies dentro del agua. durante las contracciones, sujetaba los puntos del plexo solar lo mejor que podía. 

Fin de la fase inicial del parto


Fue en este momento cuando Sharon decidió tomar “pethidine”, ya que estaba muy cansada por las fuertes contracciones. Las comadronas se la dieron a las 7.15 horas de la mañana. Sharon quería saber cómo nos encontrábamos todos, me pareció muy conmovedor que todavía tuviera tiempo de pensar en su equipo después de todo.

Segunda fase del parto


A las 7.30 horas, Sharon comenzó a tener un gran deseo de empujar, y las comadronas creyeron que las señales eran positivas para que así lo hiciera. Desafortunadamente esto coincidió con el cambio de turno del personal. Sentí que mi situación ahora era estar ahí por Sharon y también para ayudar a Peter. La matrona estudiante se quedó para ver el nacimiento. Durante la fase de empuje yo estaba principalmente sujetando la pierna izquierda y el pie, así que trabajé el útero y el sistema nervioso tan bien como pude.

Fue un momento muy emocionante para todos los que estábamos allí, todos participamos en animar a Sharon a encontrar ¡la resistencia para trabajar lo más duramente posible que había trabajado en su vida! Más tarde me dijo que “no me extraña que lo llamen `labour´”.

(Nota de la traductora: `Labour´en inglés significa trabajo y parto)

Nacimiento


Entre las contracciones intentaba relajar a Sharon trabajándole las manos. Todos nos sentimos reanimados con el espíritu y la energía de la nueva comadrona, Mary; su calidez y vitalidad irlandesas pareció verdaderamente ayudar a todos.

A las 8.45 horas, la comadrona y los médicos comentaron a Sharon y a Peter que el feto mostraba ahora señales de agotamiento y que sería aconsejable ayudarle a salir con ventosa. Se le dijo a Sharon que ella ya había empujado al bebe casi todo el recorrido, pero necesitaba ayuda para que recorriera la última parte del camino. Las cosas pasaron a ser un poco médicas y técnicas, pero el médico fue muy alentador para todo el equipo y sobre todo para Sharon y Peter.

A las 9.13 horas, el bebe salió y fue colocado sobre la barriga de Sharon, una niña preciosa, ¡bienvenida Saffron! La alegría y alivio de todos los que nos encontrábamos allí era palpable, me sentí tan afortunada y privilegiada de haber estado allí. ¡Peter estaba tan encantado y aliviado! Después de que los dos se hubieran dado un montón de abrazos, me pasaron a Saffron para que la tuviera en brazos; le acaricié el pie y sentí que ¡todo estaba bien en el mundo! Me mostró sus pequeños ojos y me pareció que había tanta sabiduría en ellos. ¡Había nacido un día antes del Día de Acción de Gracias!

El resto del parto fue muy bien y Sharon me dijo más tarde que el bebe había mamado maravillosamente. Me fui a casa a dormir sintiendo que había trabajado duro pero había sido muy gratificante.


Fase post-natal


Sharon me dijo que no lo podría haber hecho sin la reflexología, sentía que había mantenido el control y que se había relajado tanto como era posible. Los puntos cicatrizaron muy bien y el amamantamiento fue todo un éxito, ¡el bebe ganó casi 100 gramos en su primera semana! 

Resumen


Recomiendo recibir o dar reflexología en embarazo y parto, ¡ser flexible en mente, cuerpo y espíritu! Será una fantástica experiencia.

Consejos a reflexólogos

  • Tratar durante el embarazo para así poder conocer a la paciente
  • Conocer los propios límites – si no sabes cómo tratar durante el parto dilo desde el principio
  • Leer sobre el nacimiento y hablar con amigos y comadronas
  • ¡Comer plátanos!
Sobre la autora Sarah Brown

Soy enfermera y comadrona, aunque no he practicado como comadrona desde que terminé los estudios. Trabajé como Visitadora Sanitaria durante cuatro años antes de tener a mis dos hijos. Durante más de seis años trabajé como “breast feeding counsellor” (consejera sobre lactancia materna). Mi amor por las madres y los niños me ha llevado a impartir clases de masaje para bebes, además de ser reflexóloga,. Me formé con Rosalind Oxenford en Bath. Me fascina mi trabajo y siento que ¡he encontrado mi sitio!

Muchas gracias a Sharon y a Peter por tenerme y a todo el personal del paritorio de Southmead, Hospital de Southmead, Bristol.



Información de los libros:
  • “Maternity Reflexology, a guide for reflexologists” de Elsa Reid y Susanne Enzer. ISBN 0 646 31392 4 Publicado por Born to be Free y Sole to Sole
  • “Vertical Reflexology” de Lynne Booth ISBN 07499 21323 Publicado por Judy Piatkus Ltd