Propiedades esotéricas del lapislázuli



El lapislázuli es una gema de color azul ultramar muy apreciada en joyería y pintura desde la antigüedad. Este tono de azul era considerado como símbolo de nobleza pero también de pureza y salud en los imperios asirios y mesopotámicos.

Ya en las más antiguas dinastías del Egipto faraónico el lapislázuli formaba parte de objetos de lujo, sagrados o funerarios. En Medicina se usaba molido para prevenir el insomnio, la melancolía o incluso los cálculos biliares.

En la Roma imperial se le consideraba afrodisíaco.

En la Edad Media se le valoraba para evitar el miedo y dar firmeza a las articulaciones.

En el Tibet el lapislázuli otorga su poder curativo al Buda de la medicina o Sangye Menla.

El lapislázuli fue elevado a los altares del arte de la mano de artistas tan fantásticos como Fra Angélico, Leonardo da Vinci o Durero.

En los estudios alquímicos se recomendaba para problemas circulatorios, oculares y hasta para la mordedura de ofidios.

Las propiedades del lapislázuli son muy numerosas:

Estimula la espiritualidad y simboliza la iluminación espiritual, la sabiduría y la verdad. Mejora la actividad y equilibrio mental, aumentando la creatividad.
Es la piedra de la amistad.
Se considera una gema mágica.
Sana el alma mediante el crecimiento espiritual e intelectual.
Potencia el mundo onírico donde puedes encontrar respuesta a tus problemas o preocupaciones. Aliviando, además, el insomnio.
Armoniza el chakra de la garganta con todo lo que ello conlleva.
Aporta comprensión ante las pequeñas irritaciones de la vida diaria.
Eleva la concentración sobre las cosas que de verdad importan.
Todas estas cualidades ofrecen una calma absoluta.

Si sientes

  • confusión

  • problemas en las relaciones

  • dificultad para expresar tus preocupaciones

  • desorden mental


la energía del lapislázuli te ayudará a superarlo.